¡Vamos a conocer un poco sobre la historia y el concepto de la Navidad!

Desde mediados del siglo IV, el mundo cristiano celebra el Nacimiento de Jesús el 25 de diciembre, en Navidad. La Navidad en latín Dies Natali, en italiano Natale, en francés Noël, inglés Christmas, Holy Night, alemán Weihnachten, Helige Nacht y su fiesta es el 25 de diciembre.

Tradicionalmente es una de las cuatro principales celebraciones que marcan el año cristiano: Pascua, Ascensión, Pentecostés y Navidad. La palabra "natividad" proviene del latín nativitas y significa "nacimiento" por eso la Natividad del Señor, es la celebración del nacimiento de Jesús de Nazaret en Belén, según el relato de los evangelistas Lucas y Mateo en el Nuevo Testamento. La Natividad del Señor es una de las festividades más importantes del cristianismo, junto con la Pascua de Resurrección y el Pentecostés. 

La Iglesia Católica celebra la natividad de Jesús la noche del 24 al 25 de diciembre, con una misa nocturna y una misa solemne en el día 25.

La Iglesia ortodoxa también celebra la Natividad del Señor, aunque se prepara con un ayuno de cuarenta días. Algunas iglesias ortodoxas, como la rusa, la celebran el 6 de enero del calendario común y las comunidades protestantes también recuerdan el nacimiento de Jesús el 25 de diciembre.

¿Cuál es el significado y el propósito de la natividad?

La escena de la natividad es quizás uno de los símbolos más reconocibles del mes de diciembre. Se observa en el arte, en pinturas, esculturas y artesanía que representan la noche del nacimiento de Jesús. Son escenas que usualmente contienen los mismos elementos: el niño Jesús en un pesebre; su madre la Virgen María; su padre terrenal San José; pastores, ángeles, animales como corderos, vacas y un burro y a veces tres sabios que representan a los Reyes Magos, Gaspar, Melchor y Baltazar.

Se atribuye a San Francisco de Asís la creación de la primera escena de nacimiento en 1223 con el objetivo de promover el verdadero significado de la Navidad y la adoración a Jesucristo. Su idea se hizo realidad y pronto surgió como una nueva tradición navideña. En nuestros días observamos escenas del nacimiento en las iglesias, en algunos hogares y como decoración de las tiendas comerciales.

No obstante, la popularidad de la natividad, existen algunos errores teológicos que mencionar. En primer lugar, la mayoría de las escenas de la natividad se muestran en un establo o cueva. Si bien esto puede haber sido donde nació Jesús, es igual de probable que Jesús haya nacido en el nivel más bajo de un hogar, entre animales que fueron traídos para pasar la noche (la palabra griega para "posada" (kataluma), que se encuentra en Lucas 2: 7, también puede significar "casa". Además, los ángeles que a menudo se muestran flotando sobre el establo en la natividad probablemente no estaban allí, al menos no visiblemente. La mención de los ángeles en la historia de la Navidad tuvo lugar en un campo, donde anunciaron el nacimiento de Jesús a un grupo de pastores (Lucas 2: 8–14). Finalmente, aunque los hombres sabios aparecen a menudo en una natividad, no visitaron a Jesús la noche de su nacimiento. Los magos visitaron a Jesús poco después, cuando era un niño pequeño (Mateo 2: 1–11).

A pesar de las discrepancias, lo más importante de una natividad es su profundo mensaje cristiano al mundo: ya que nuestro pecado requiere un sacrificio perfecto ante un Dios santo y justo, nuestro Padre Celestial envió a su propio Hijo a la tierra como un hombre para que él pudiese convertirse en ese sacrificio (Juan 3:16). El niño que nació de María y fue puesto en un pesebre, creció para morir clavado a  una cruz y al tercer día resucitó para que cada persona que crea en Él pueda recibir perdón por sus pecados y la eternidad en el cielo (1 Pedro 1: 3). 4).

Sin embargo, la Navidad actual es muy diferente a las primeras navidades, ya que el ritual ha evolucionado con los siglos. El festejo actual responde principalmente a costumbres originadas en el siglo XIX y a la influencia de la sociedad de consumo. En la actualidad, la celebración se encuentra  ligada a la entrega e intercambio de regalos, tanto en el entorno familiar como círculo de amistades y compañeros de trabajo.

Esta tradición,  inspirada en la entrega de los obsequios que los Reyes Magos ofrecen al Niño Jesús, oro, incienso y mirra, que se encontraban entre los bienes más preciados de su época, con el paso del tiempo  derivó en la entrega de regalos a los niños y también a los adultos.

Además, la entrega de regalos, incorpora una enigmática figura que proviene de una mezcla de seres, reales y ficticias, de la tradición europea, que cristalizaron en el Siglo XIX: Santa Claus. Y Santa Claus en Chile recibe el original apelativo de Viejito Pascuero, nombre que habría sido dado de forma coloquial a esta figura por desconocimiento y tradición ya que su introducción estuvo directamente relacionada con avisos publicitarios y escaparates de grandes tiendas comerciales.

Que en nuestro país llamemos Pascua a la Navidad y Viejo Pascuero a Santa Claus o Papá Noel, no dejan de ser hechos curiosos y  más o menos documentados, pero las teorías apuntan a que fue durante la Edad Media cuando se utilizó la expresión “Pascua navideña” para referirse al período entre el 25 de diciembre y el 6 de enero, fechas que comprenden el Nacimiento de Jesús y la visita de los Reyes Magos. El Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española también reconoce las palabras “Navidad” y “pascua” como sinónimos en sus tercera y cuarta acepciones. 

La palabra “pascua” nos habría llegado durante la época colonial y pervive hasta la actualidad.

Por asociación, llamamos árbol o arbolito de pascua al pino navideño decorado con luces, estrellas y guirnaldas que proviene de la tradición alemana, desde donde se difundió al resto de  Europa, y a América, a mediados del siglo XIX traído por los colonos alemanes. Se postula que su uso en las celebraciones navideñas podría asociarse con las representaciones del árbol del paraíso del cual comieron la manzana Adán y Eva, o bien del sincretismo entre el Yggdrasil o árbol de la vida de la tradición germana que fue reinterpretado con una conífera por el evangelizador San Bonifacio (680-754) como símbolo del perenne amor de Dios.

Para cerrar esta nota, no podemos olvidar una tradición navideña netamente nacional conocida como la Pascua del Niño Pobre, idea que surgió durante el gobierno del presidente Pedro Aguirre Cerda (1938-1941), en manos de la primera dama, su esposa, la señora Juana Rosa Aguirre Luco (1877-1962).  Con un país que aún vivía difíciles condiciones económicas producto de la Gran Depresión, la infancia en las clases sociales más vulnerables, tenía muchas carencias. Con la finalidad de entregar alegría y juguetes a los niños más pobres, se organizó un comité, se recaudaron fondos en diversas organizaciones (incluido el club deportivo Colo-Colo) y se recibió el apoyo transversal de los distintos partidos políticos y no solo de aquellos afines al gobierno.

En la Plaza de la Constitución se entregaron los regalos, se organizó una celebración que abarcó gran parte de la Avenida Bulnes (actual Paseo Bulnes) donde había comida, música y fuegos artificiales.

La labor del Comité Nacional de la Navidad tuvo tal éxito que posteriormente se hizo oficial por medio de un reglamento y funcionó hasta 1973.

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